23 de marzo de 2011

PRIMAVERA-VERANO 2011 (II): TENDENCIAS DIFÍCILES DE LLEVAR Y TENDENCIAS NO APTAS PARA TODAS

En las revistas de este mes ya podemos ver un resumen de las tendencias primavera-verano 2011 que han dictado los y las gurús de las pasarelas. Desde las rayas marineras a los estampados florales en colores pastel pasando por looks étnicos, de pin-up y rockeros. Ya hay veredicto y ya sabemos lo que tenemos que ponernos para estar in (ver el post sobre tendencias de hace unos días).

 
El problema, como siempre, es que los y las gurús de la moda no piensan, cuando crean moda, en alguien bajita y regordeta como yo, ni en alguien alta y con una buena cadera como mi mejor amiga, por ejemplo. Piensan  en alguien con tipo de espárrago triguero híper-alargado a la que le pones un saco y hasta está favorecida. Como la voluntad de quien hace este blog es que todas podamos llamar la atención por estupendas, que no por ridículas, pues hemos decidido cribar y hacer una lista de las “tendencias descartadas en la primavera-verano 2011”. O sea, las que no sientan bien a casi nadie y las que son complicadas de llevar. Aquí os las dejamos:
 
  • Estampados tropicales: naranjas, limones y hojas de palmera. Son alegres y de colorido favorecedor, pero si abusas puedes parecer, en el mejor de los casos, Carmen Miranda, y en el peor, una turista hortera en Miami. Nunca, nunca estos estampados en camisas anchas y ¡mucho menos mezclados! 
 
  • Estilo neopunk: el puntito de “chica mala” que te puede dar una cazadora de cuero nunca está de más. Pero la idea de las pasarelas de Balmain o de Isabel Marant de mezclar tu cazadora con superposiciones de prendas modelo años 80 es arriesgada. O te inspiras en la combinación de prendas o parecerás una versión cutre y trasnochada de Madonna o de Courtney Love en sus peores años. Mezclar con acierto camiseta vieja, con cárdigan atado con un cinturón trenzado, faldita de tul y cazadora de cuero es un ejercicio de estilo que sólo cuatro it girls se pueden permitir hacer. Las demás, como no sabemos hacerlo con gracia, damos pena si nos vestimos así. 

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    • Falda de vuelo con volantes y largo a la rodilla, como las que presentan Marc Jacobs o D&G: estilo traje regional o falda latina. Si eres bajita, por mucho tacón que te pongas, parecerás un champiñón con volantes.  Y sea cual sea tu altura, triplicarás el perímetro de tu cadera. Vamos, que parecerás una mesa camilla. Estas faldas sólo son aptas para las más altas y delgadas y con pocas curvas. 

       
    • Caftán con pantalón ancho: que están muy bien las reminiscencias del tantra y que irás muy fresquita, pero corres el riesgo de parecer un fantasma y ser lo menos femenino de la faz de la tierra. Elige otras reminiscencias indias, tipo abalorios, o ponte el caftán a modo de vestido. Evitarás errores.


        • Vestido de rayas horizontales de diferentes tamaños: Uno de los vestidos más aplaudidos de la colección de Prada fue un vestido de rayas horizontales negras, fucsias y naranjas de diferente grosor. ¡Y a la modelo le hace un caderón que ríete tú de la cadera de Jessica, la novia de Roger Rabbit! Cuidadito con el total look de rayas horizontales, que te pones visualmente tres o cuatro kilos encima en un segundo.
         
      • Estilo Casual Friday: o sea que, como en las empresas americanas, los viernes te puedes vestir de sport. Pero entre el sport y el chándal, hay una delgada línea que no se puede traspasar. Vamos, que no se va en chándal más que al gimnasio. Y que las sudaderas no son estilosas, ni favorecen a casi nadie, por muy de marca que sean…


        • Chalecos: si son cortos, lo que potencian es que se vean más tu trasero, tus brazos y tus piernas, y si son largos acortan tu figura. O sea, que son no aptos para traseros respingones, brazos regordetes o piernas cortas. Y ya ni hablamos si agrupas las tres cosas. Un poema (de los malos).

        • ¡Ojito con las flores!: vale, son lo más de lo más en estampados en esta primavera-verano, pero “ajardinarte” no siempre es bueno. Las flores gordas tamaño tomate engordan y son difíciles de combinar. Las flores pequeñas y de colores muy suaves hacen soso cualquier look (y más aún si tu tez es pálida).

        • Sandalias y zapatos de tacón gordo y cuadrado: engordan visualmente el pie y el tobillo (y por ende la pierna), sientan mal y son poco femeninos. Serán cómodos, sin duda, pero como tendencia no tienen futuro, con lo que comprarte un par es hacer una mala inversión.

        • Transparencias: Son muy favorecedoras y muy sensuales, pero es fácil caer en la chabacanería con ellas. El “casi todo transparente” es basto porque no deja nada a la imaginación. Los demás no necesitan saber dónde tienes celulitis ni dónde está tu menos preciado michelín. Además, la ropa interior ha de ser siempre del mismo color que la prenda con transparencias o, en todo caso, color champán que se camufle con el color de la piel. No hay cosa más horrible que ver un sujetador blanco debajo de una transparencia en negro. Bueno, sí hay algo más horrible: que se te transparente algo que no debiera transparentarse, por decoro.

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