20 de junio de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 22 DE JUNIO

El ¡Hola! empieza que uno de los reportajes clásicos de casoplón que tanto nos gustan. Esta vez es la casa en París de los dueños de la firma cosmética Clarins. La casa es espectacular, a pesar de que la mesa de pan de oro (que se mueve) del salón parece una manta térmica de accidentes… También, seguimos con las bodas en el ¡Hola! de esta semana. Ya empieza a ser esto un poco cansino… Ahora Carlos Baute y su novia, de portada, con una boda un poco raruna y la boda tirolesa de Antonius de Furstenberg y Matilde Borromeo (a los que no conocemos de nada pero que han decidido invitar a Tamara Falcó a su boda y por eso sale en nuestra revista de cabecera). En fin, que, por suerte, hay muchas más cosas que copiar, además de las bodas, y otras que olvidar. Aquí os las dejamos:

La consorte del dueño del emporio Clarins, Karine, es un clon de Karolina Kurkova pero con el estilo sosillo de Miranda, la mujer de Julio Iglesias. Melena rubia, ojos azules, piel clara y vestida siempre en blanco y azul pastel. Sólo una excepción: la señora Clarins le enseña a hacer ballet a su hija con un minivestido fucsia de cuero de mangas abullonadas de Jean-Claude Jitrois y unos Manolos (pág. 11). Lo normal (¿?). ¿Quién no se ha puesto nunca un vestido de cuero y unos Manolos para hacer deporte y sudar como un pollo? Si consigue hacer un “plié” con esos zapatos “pumps” es que es de otro planeta… Como Nike o Reebok decidan que sus próximas zapatillas estrella tengan la punta afilada y un pedazo de tacón, estamos apañadas…
La verdad es que el estilo boho-chic (vamos, de marca pero hippy, tiradillo y con un punto guarrete) de Tatiana Santodomingo  no encaja en el Baile de la Rosa, pero para ir a la playa es un acierto. En Ibiza lució vestido largo en rosa con estampado tipo Missoni, atado a la cintura, con escote en uve y manga de volante con capazo de paja y sandalias. Muy acertada (pág.16)
De nuevo Sara Carbonero en estado de gracia estilística. Con la combinación básica del verano para las más delgadas: camiseta blanca + falda larga de color + sandalias camel de plataforma. Combinar el estilismo con un foulard gris topo enrollado al cuello fue buena idea. El bolso, un pseudo-Dior de ante azul denim con tapa camel en piel de avestruz imitando una silla de montar era un despropósito. Aún así, flecha verde para ella (pág. 18)
Hacía tiempo que no veíamos a Magdalena de Suecia. Y la verdad es que verla vestida de sport es una alegría porque la chica tiene estilo (aunque de fiesta nos recuerde habitualmente a un merengue). Esta vez, destacamos su outfit de básicos: camisa blanca de corte romántico, jeans pitillo, gafas aviador ray-ban en marrón, chaqueta corta de ante gris, bolso camel y unas espectaculares sandalias de tacón en ante naranja. Un diez (pág. 26-27). Aviso para shoppingholicas: hay sandalias idénticas a éstas en Sfera por menos de 40 euros…
Pasamos porque  Tamara Falcó se intentara mimetizar con el entorno, en un fin de semana en el Tirol, y se pusiera un vestidito de campesina y un delantalito, pero lo que no nos parece normal es que acompañe el disfraz tirolés con unos zapatos de abuela, tipo kiowa, pero con tacón topolino. ¡Un horror! (pág. 35-41) ¡Con lo estupenda que hubiera quedado con unos topolinos de esparto tipo Castañer! Ayyyyy…
Últimamente, los trajes de boda de grandes diseñadores nos están dejando un poco frías. El Valentino de la novia de la boda a la que asistió Tamara, Matilde Borromeo, no nos convence. La colita fruncida era un pegote y el cuerpo de “red de microperlas” nos recordaba a las bolsas de rejilla que llevaban nuestras abuelas al ultramarinos (pág. 45). Lo más destacable, la diadema, aunque nos parece una horterada (y un peligro), que la llevara puesta durante el convite y la posterior fiesta.
Lo que decíamos hace un rato de Tatiana Santodomingo: que su estilo boho-chic en ceremonias chirría una barbaridad. Su vestido de estampado floral fruncido con una goma a la cintura y estilo shari, para asistir a la boda de Matilde Borromeo, era feo a rabiar y poco favorecedor. No convence (pág.46)
Peor aún Eva Herzigova, que creyó que iba a una entrevista con la tutora de su hija en un día de invierno…¿Cómo se puede ir a una boda en pantalones pitillo, camiseta de manga larga negra con topitos blancos, foulard animal print de leopardo y bolsito de leopardo colgado al hombro, sin peinar y con tacones? Muy mal, muy mal. Esto no es para copiar, es para olvidar (pág. 47)
Suerte que nos queda siempre nuestra Tamara Falcó que, aunque a veces patina, en los grandes momentos casi siempre acierta. Estupenda con un asimétrico rosa palo con cuerpo drapeado y falda de gasa a capas de Tot-Hom, pendientes de Suárez, sandalias de taconazo y bolso y chal en blanco roto. ¡Y con una sencilla coleta! Sobresaliente (pág. 47)
Increíble Bianca Brandolina, novia de Lapo Elkan, con un fourreau de manga corta y escote en uve, de encaje entre rosa palo y berenjena bordado en plata y falda con ligero vuelo, complementado ¡con un cinturón color oliva! Pura tendencia. Una flecha verde como una casa (pág. 48-49).
Consejo para señoras de edad madura: aunque la Duquesa de Alba y Fabiola de Bélgica se pongan medias blancas con florecitas color pastel, ¡ustedes no se las pongan!. Son horribles y hacen las piernas gordas (aunque posiblemente se disimulen las venitas y las varices con semejante estampado…) (pág. 62)
Está bien que te guste ir cortita y que seas una fan de las minis, pero una debe saber cómo vestirse para cada ocasión. Es lo que se llama “ir apropiada”. Bueno, pues un ejemplo de lo que es ir inapropiada es Alejandra Rojas. El vestidito de fiesta asimétrico y cortísimo en fucsia, era perfecto para una buena fiesta nocturna, pero no para ir a una exposición fotográfica (pág. 66)
A ver. Que no nos entendemos. Desde hace unas semanas le estamos diciendo a Carla Pereyra que se ponga faldas más largas, y la chica nos ha hecho caso, pero ha pasado de un extremo a otro. El vestido de de escote lencero y falda floreada en rojo y negro que se puso en la presentación de Kenzo tenía un largo a media pantorrilla que no   favorecía nada. ¿Esta chica no conoce el largo a rodilla? Y el caso es que, como, independientemente de los largos de sus estilismos, tiene buenas ideas, no la podemos suspender… (pág. 67)
La otra novia de esta semana, Astrid Klisans, ya casada con Carlos Baute, nos ha dejado un poco asombradas. ¿Casarse en minifalda? Da igual que la boda sea por lo civil, pero una novia siempre es una novia y una no se espera ver una novia minifaldera… Además,  el escote corazón con tirante asimétrico, la falda abullonada, el cinturón de strass…Demasiadas cosas a las que prestar atención en un solo vestido. Y la melena de ondas a lo Verónica Lake con tocado en un lado…Grrrr… Hemos intentado encontrarle un punto positivo, de verdad, pero no hemos podido (pág. 70-84)
Otra vez Blake Lively sin atinar. Desde que está con Leonardo di Caprio, esta chica está perdiendo todo el glamour que tenía. Pasear por cualquier parte con una camiseta tirada y estampada a modo de vestido en tonos azuletes, una americana negra dos tallas más grande que la que necesitas, y un gorro de abuelita inglesa haciendo labores de jardinería es un horror. Y no va a crear tendencia. (pág. 86)
¡Ay! La echábamos de menos y necesitábamos una de sus lecciones. Nuestra siempre perfecta Naty Abascal fue a la inauguración del museo Balenciaga y si él la hubiera visto le habría hecho un monumento. Con un vestido- trench blanco roto con flores bordadas en amarillo y verde, pumps de raso y punta de pitón guantes blancos y foulard verde. Con el cuello del vestido-trench levantado, y con un cinturón de la misma tela anudado con lazo de una sola vaga. ¡Queremos ser como ella! (pág. 88)
Una grata sorpresa nos hemos llevado con Carmen Martínez-Bordiu. La verdad es que tiene un estilo tan personal que no sigue la moda, pero a veces acierta. Para inaugurar el museo Balenciaga se puso un vestido color coral, unos zapatos con pulsera bicolores, y un abrigo de verano con un cierto aire japonés. El conjunto resultaba resultón. El fallo, el abrigo, si es corto, ha de ser siempre más largo que el vestido (pág.88)
Un aplauso y una ola para la Duquesa de Cambridge, Kate Middelton. ¡Con los ojillos como platos nos hemos quedado con el estilismo de su primera cena de gala! (pág. 94-97) Un vestido nude de gasa y paillette con mangas de gasa con volante, de JennyPackham,  y unos peep toe con pulsera atada al tobillo con un lazo y mini clutch a tono. Impresionante. Si sigue así, la cubriremos de flechas verdes.
Y, en cambio, su hermana Pippa, nos está defraudando. Creíamos que era nuestra musa británica en materia de trendy, y parece que nos equivocamos. La chica se fue de boda y las imágenes no dejan lugar a duda: su estilismo era cursi y poco favorecedor. Un vestido estampado en malvas y berenjena (demasiado oscuro), tocado modelo platillo volante aplastado en berenjena y un abrigo verde pistacho-manzanita con puños de pedrería que no se lo hubiera puesto ni Camilla Parker-Bowles. Una decepción (pág. 99).
Nota: hay que copiar siempre a Olivia Palermo. Es nuestra Naty Abascal en teenager. Atención al look: camiseta de rayas marineras azul marino y blanca, minifalda de denim claro con un poco de vuelo, maxibolso gris, bailarinas animal print y laca de uñas fucsia. Bufff… insuperable…


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