Una de nuestras amigas-lectoras nos ha hecho una pregunta que creemos que puede servir a muchas otras y es sobre “adaptación estilística”:
¿CÓMO DISIMULAR UNA CADERA ANCHA?
Tener una cadera ancha es sinónimo de sensualidad y de voluptuosidad. O eso dicen para animarnos... En la práctica, tener una cadera ancha implica, muchas veces, encontrarse con complicaciones a la hora de encontrar ropa que te siente bien. ¿Quién no ha tenido la sensación de que los diseñadores eligen patrones basados en tablas de planchar? Ni una curva, oye. Y ya ni te explico si intentas comprar un vestido entallado que no tenga un puntito de elastano o de lycra y dé de sí. Vamos, que ni entras en el forro del vestido...
Además de encontrarte con problemillas debidos a los patrones-tabla de los diseños, hay que darse cuenta de que, aunque los patrones sean buenos, hay cortes que no favorecen nada a una cadera ancha. En el fondo, una cadera más ancha (en proporción al resto del cuerpo) no deja de ser un foco de atención visual. Es en lo que se va a fijar todo el mundo en cuanto te vea, es inevitable. ¿Qué se puede hacer? Pues equilibrar la silueta, disimular la cadera jugando con los volúmenes e intentar que el foco de atención recaiga en otra parte de tu cuerpo menos voluptuosa. ¿Y cómo se hace? ¡Pues aquí os dejamos unas cuantas ideas!
- Nunca combines pantalón o falda de color claro con un cuerpo oscuro. Los colores claros agrandan visualmente la silueta y los oscuros la reducen (de ahí que nos encante el negro o que digamos que “adelgaza”). Si pones un color claro en tu punto más ancho (en este caso en la cadera) y encima lo contrastas con un color oscuro en tu punto más estrecho (en este caso, el tronco), conseguirás que tu cadera parezca aún mayor. Pero si lo haces al revés... ¡magia! Al agrandar tu punto estrecho con colores claros y reducir tu punto ancho con colores oscuros, equilibrarás los volúmenes de tu cuerpo y te verás mucho mejor.
- Olvida las faldas acampanadas, plisadas o con volantes si no quieres parecer una mesa camilla. No te favorecen y ya está. Por muy bonitas que sean. Lo único que hacen es marcar aún más que tu cadera es ancha y eso no es lo que queremos. Decántate por faldas lápiz o faldas rectas que te estilicen y mejor si son de corte a la rodilla en caso de que las piernas tampoco sean tu fuerte.
- Los pantalones rectos y de camal ancho son buenos aliados (no se sabe si el efecto de amplitud que dan es por culpa de tu ancha cadera o es que los pantalones son así). En cuanto a los pitillos son una elección correcta siempre que los combines con un cuerpo recto (nada de ir embutida) y suelto (ojo, sin pasarse con los vuelos) que te llegue a medio muslo. El foco de atención serán tus delgadas piernecillas y no la cadera.
- No a los cinturones finos marcando cintura. Acortan tu silueta y no te favorecen. Aunque parezca raro, te beneficiarán los cinturones, a la cadera y anchos, mínimo de
5 centímetros . No se sabrá lo que es cadera y lo que es cinturón y ópticamente se reducirá tu contorno.
- No a los vestidos de corte griego, de pecho entallado y sueltos a partir de ahí. Te harán completamente redonda y parecerás un fantasma enorme. Opta por vestidos fourreau, con caída y sin entallar, y te verás mucho más estilizada.
- Y lo más difícil: el momento playero. ¡Nunca una braga de bikini blanca! Y tampoco estampados geométricos grandes (parecerán más grandes) Braguitas de bikini de cordón, atadas con lacito, que aunque no lo parezca estilizan, son bienvenidas. Nunca modelos de braga baja tipo pin-up que colocan a tu cadera como principal foco de atención. Escotes halter, que unen y levantan el pecho, ayudan a que la gente mire más el pecho que la cadera. Si optas por el bañador, busca uno con drapeados a la cadera, que reducen volumen y si tienes unos hombros bonitos decántate por un palabra de honor en un color que contraste con tu piel para que el punto de atención sea el escote y no la cadera. Y el pareo, a modo de faldita pero atado en la cadera, no en la cintura.
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