30 de enero de 2012

“OPERACIÓN CAZA DEL PANTALÓN BASICO PERFECTO”: ¡ELIGE EL PANTALÓN QUE MÁS TE FAVORECE SEGÚN TU TIPO!


Mi pantalón negro básico estaba viejuno. Pobrecillo. El negro ya estaba parduzco y la tela ya casi transparentaba de tanto lavado. Había llegado el momento de la renovación. Esta tarde, aprovechando las rebajas, he empezado la “operación caza del pantalón básico perfecto” y me he ido de compras con una amiga.

Mi amiga es mi polo opuesto: piernas largas y delgadas, trasero plano y completa ausencia de cintura. Yo, en cambio, adolezco de cadera ancha, cintura marcada, trasero prominente y piernas cortas y gorditas. Total que las dos nos hemos decantado por el mismo pantalón pata de elefante. Ella ha salido del probador perfecta, hecha un pincel, y yo parecía una albóndiga paticorta (enana y redonda, vamos). ¿Por qué? No es que la prenda estuviera mal hecha. Ni tampoco es que esté mal hecha yo (¡faltaría más!). Es que yo no he sabido elegir el pantalón adecuado y mi amiga sí.

En función del corte del pantalón, de la forma de las perneras y del alto de la cintura, éste es más favorecedor para un tipo de mujer que para otra. Aquí os dejo un resumen con los cuatro modelos más habituales de pantalón para que acertéis siempre, sea cuál sea vuestro tipo. (Un inciso para comunicar a las que os hayáis quedado intranquilas: finalmente, mi amiga se ha comprado un pantalón y yo me he comprado otro modelo con el que ya no parecía una albóndiga paticorta...)


Pantalón ancho:

Es perfecto para mujeres altas. Y también para las no tan altas que tienen las piernas gorditas, caderas amplias o gemelos muy marcados. Se combina siempre con top o camisas strech. Se trata de conjugar volúmenes. Por ejemplo: si de cintura para arriba eres más delgada que de cintura para abajo, se trata de focalizar la vista de tu interlocutor en la parte de arriba de tu cuerpo y no en la de debajo. Si con una camiseta ajustada marcas la parte de arriba de tu cuerpo y dejas las piernas sin ajustar, tu interlocutor creerá que el tamaño de tus piernas es proporcional al de tu tronco (aunque no sea cierto) y el efecto óptico es la estilización de tu figura. Eso sí, los pantalones anchos tienen una desventaja: acortan la figura, sobre todo si son pantalones de cintura alta. Solución: pónte calzado con cuñas o tacones altos, y deja el calzado plano para otro modelo de pantalón.

Pantalón pitillo:

Durante mucho tiempo ha sido denostado por las más gorditas porque parecía que dejaba al descubierto las imperfecciones de la figura. Nada más lejos de la realidad: bien combinado es un comodín para cualquier tipo de figura. Las mujeres delgadas pero  proporcionadas se ven favorecidas con estos pantalones, que deben combinar con partes de arriba más bien amplias, que lleguen hasta la cintura, y zapato plano. Las mujeres delgadas y sin curvas se ven estupendas con pitillos si en la parte de arriba lucen prendas de corte trapezoidal o prendas abullonadas, estrechas en hombros y más anchas en la cadera. Y las mujeres con muchas curvas (cadera, cartucheras, muslos rellenitos) deben enseñar en pitillo sólo de medio muslo hacia abajo y lucir en el torso prendas amplias de corte lánguido (por ejemplo cárdigans amplios y sueltos). Ojo, sin pasarse con las amplitudes, no se trata de parecer un fantasma con pitillos…




Pantalón campana:

El más difícil de todos. Es matador para las bajitas y las rellenitas. Sólo apto para las más altas y las más delgadas y para las que tienen piernas muy largas. Para el resto, completamente prohibido, porque achaparra (te hace más bajita) y engorda. O te pones unas plataformas a lo drag queen o, si eres bajita, parecerás un champiñón con los pantalones campana. Dada la dificultad de este modelo, los diseñadores han hecho una versión de este pantalón que mezcla el pitillo con un ligero acampanamiento en la parte baja de la pernera. Las mujeres de muslos rellenitos, deberían abstenerse también de este modelo. Pero las bajitas y delgadas, estarán relativamente favorecidas con él (pero siempre con tacón).

Pantalón recto:

El clásico, sienta bien a casi todo el mundo. Las más bajitas se verán más favorecidas con cinturas altas. También se verán más estilizadas con cinturas altas aquéllas que tengan un poco de barriguilla (la cintura alta recoge michelines y estiliza, aunque hay que evitar el efecto “muffin top” o lorza alrededor de la cintura). Las más altas deberán equilibrar  el tamaño del tronco con el de las piernas marcando el pantalón con un cinturón. Las mujeres con muchas curvas, evitarán el cinturón para evitar así el efecto potenciador de la curva (si estrechas la cintura te verás más cadera y más pecho).

27 de enero de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 1 DE FEBRERO


Esta semana el ¡Hola! nos sorprende con una portada masculina: Jesulín de Ubrique contándonos sus cosas. La verdad es que estilísticamente hablando, la portada no da mucho de sí porque Jesulín nunca ha sido un icono de glamour, pero el interior de la revista va cargadito de cosas que comentar: el reportaje de inicio de la casa de Leon Max, muchas fotos de “calle” de las celebrities que nos sirven para aprender lo último en street style y el bautizo del último hijo de Alejandra Prat. En fin que, como siempre, allá va lo que hay que copiar y lo que no de lo que podemos ver en el ¡Hola! de esta semana:




Desde luego, el castillo que se ha comprado Leon Max, un elegante señor de melena gris con pinta de galán trasnochado (pág. 5 y 9) al que no teníamos el gusto de conocer (que nos perdone), es de película. Ahí no hay discusión. El problema es que el reportaje, además de mostrarnos el castillo nos muestra los diseños de Leon para su marca, Max Estudio. Y ahí ya sí que hay discusión. Los diseños escogidos para mostrar en el reportaje no son los más adecuados.  El vestido negro que luce su musa (Katia) no se distingue bien (pág. 5). El vestido  nude de paillette asimétrico, corto y con lazada en hombro que llega hasta el suelo no le sienta bien ni a su musa (pág. 7) y el vestido corto gris azulado (pág. 9) que parece el mejor del reportaje, hay que mirarlo con lupa porque la foto es pequeñísima.

Lo peor del reportaje de Leon Max: el estilismo campestre que le ha puesto Leon a su musa. ¿Dónde se ha visto que la gente pasee entre árboles y zarzas sin medias, con unos minishorts, una camisa desabrochada que deje ver el ombligo, una parka cuyo largo es un poco mayor que el de los shorts, unas botas de agua sin calcetines y un sombrero? (pág.12-13). Supongamos que llueve. La chica no se mojará la cabeza, pero volverá con las piernas chorreando agua y los pies se le quedarán pegados a las botas de agua. Un despropósito.

Margarita Vargas ha mejorado muchísimo desde que la conocimos. Empezó siendo una chica con un estilismo ñoño y cursilón y hoy en día se ha modernizado y, salvo algunos pequeños deslices, en general luce outfits correctos y perfectamente copiables. Por ejemplo, su total look negro para llevar a sus hijos al parque es un modelo de sencillez, estilo y sentido práctico: leggings negros, abrigo corto negro, shopping bag negro con grabado de pitón y bailarinas doradas con un lazo de tela negro (pág. 14-15). Porque diga Victoria Beckham lo que diga, no se puede ir al parque y tirarte del tobogán con tus hijos con stilettos y un vestido strech. Flecha verde para Margarita.

Dos mujeres que demuestran que se puede estar estupenda sin ser una jovenzuela quedaron para comer en Madrid: Marina Danko  y Ana Rodríguez. Esta vez Ana ganó a Marina en cuanto a mejor vestida. La exmujer de Bono lució un vestido de punto color coral combinado con botas mosqueteras de ante marrón chocolate, medias marrones, el bolso de moda de Tous en tamaño XXL, y un fantástico abrigo de piel vuelta íntegramente forrado de pelo y también en marrón chocolate. Estilosa y cómoda (pág. 20).

Marina intentó ser demasiado moderna y el estilismo chirrío: pantalón negro recto excesivamente corto, camisa de pequeño estampado floral de fondo negro, chaqueta corta en azul verdoso con cuello de pelo negro. El fallo fueron los complementos: un bolso blanco roto de Prada que no pegaba ni con cola y unos botines negros peep toe de cordones con plataforma animal print de leopardo (pág. 20). Las mezclas no son buenas siempre. Leopardo+flores en blanco y negro+ azul verdoso+pelo= ¡estilismo raruno! No la podemos aprobar.

Normalmente nos cuesta entender su estilo (demasiado original), pero cuando viste minimal nos deja alucinadas. Natalia Vodianova asistió a la semana de la moda de París vestida informal, con líneas rectas: pantalones strech blancos, cuerpo de cuello cisne rosa palo con una franja blanca en el bajo (de blanco idéntico al del pantalón) y un abrigo corto recto, muy masculino , de ante marrón chocolate. Se agradecen en ella los estilismos suaves (pág. 33).

Otro ejemplo de street style para copiar es el de Tamara Falcó para ir de compras: camiseta básica blanca, jersey gris de punto fino, pantalón negro pitillo, bailarinas negras, y clásico (y también de corte masculino) abrigo corto camel. Simple y efectivo (pág. 43).

Hay cosas que ya no son una cuestión de moda, sino una cuestión de respeto y sentido común. Carolina Adriana Herrera acudió a un funeral…¡con una camiseta marinera de rayas blancas y rosas! Cierto es que intentó tapar la camiseta con una capa corta negra, pero, se veía (pág. 44). Es inapropiado y de mal gusto. Vestirse para un funeral igual que para pasear por la playa no es de recibo.

Nos alegra ver que hay celebrities normales que cuando quieren hacer deporte se visten para hacer deporte. Parece una perogrullada, pero no siempre es tan evidente. Hartitas estamos de ver  estilismos de gym consistentes en tops imposibles con brilli-brilli y mini-shorts que no permiten ni dar un saltito. Paulina Rubio nos muestra que cuando una hace deporte se puede vestir para hacer deporte y estar guapa. Montando en bici, con un pantalón de chándal strech negro, una chaqueta de chándal corta y negra con cremalleras contrastadas en blanco y zapatillas negras de Nike (pág. 48-49). Perfecta.

Ayyyyy….Ayyyy…Es posible que les importe un pimiento la moda. O eso o es que necesitan un asesor decente de forma urgente. Hablamos de Jessica y de Kiko Rivera. Casi nos caemos de la silla al ver sus modelitos para acudir a un bolo (pág. 52). Ella: chaqueta corta adamascada en amarillo oro y negro y minivestido de terciopelo receñido y a topos. Él: pantalones azul turquesa, camiseta de rayas marineras blancas y azul turquesa y una cazadora de chándal efecto cuero negra con rayas rojas. Ejemplo de elegancia poligonera y horterada. Hay que pensar más lo que uno se pone. No es un suspenso, es un muy deficiente.

Suerte que pocas páginas después (pág. 56), nos encontramos con una fashion victim a la que le luce lo que compra en Hermès y en Vuitton y encima lo combina todo con acierto. Un placer el outfit de Tamara Ecclestone: botas mosquetero en gris topo, bolso Kelly en cocodrilo gris perla, jersey gris topo, jeans negros pitillo y una espléndida chaqueta de ante gris forrada de pelo. Una delicia.

El reportaje principal de esta semana es un Jesulín de Ubrique que posa solo, sin su mujer, vestido de sport de paseo por su finca. Al ver las fotos hemos tenido una cierta sensación de dejà vu que no acabábamos de comprender…¡hasta que nos hemos dado cuenta de quién era la estilista que firmaba el reportaje! Era María Palacios, y el look de jesulín, salvando distancias de porte y percha, recordaba vagamente al look de Alessandro Lequio posando con María en su casita suiza en el ¡Hola! de hace unas semanas. Los jersey de Jesulín son de la misma firma que los que llevaba Lequio. Inlcuso creemos que los pantalones de tweed gris, la bufanda de cuadros  y el suéter de cuello vuelto y ochos en azul tiza son los mismos (pág. 58). La verdad es que Jesulín está favorecido, pero repetir estilismos está feo por parte de María. Flecha amarilla.

Hacía mucho que no veíamos a Rania de Jordania. De nuevo por USA apoyando causas benéficas, la Reina Rania conquistó con su estilismo: falda de cuero marrón chocolate y suéter ceñido de un tejido plisado en horizontal y marcando cintura con un mini-cinturón a tono. Sólo un pero: cada día está más delgada y eso pasa factura en la cara y hace que se noten mucho más los rellenos de labios (pág. 78). Debería tomarse una buena hamburguesa para mejorar su aspecto.

El bautizo de Amaro, el tercer hijo de Alejandra Prat, nos deja unos cuantos estilismos patrios que comentar. Para empezar, el de la propia Alejandra, que la verdad es que no estuvo muy acertada (pág. 90-91).  Alejandra optó por un vestido azul  violáceo excesivamente corto combinado con una torera de pelo con manga francesa y de un color indefinido entre el gris y el marrón claro. Completó el conjunto con medias claras con brillo y peep toe-pumps en plata brillante. La verdad es que la combinación de colores era poco favorecedora y sólo se le veían las piernas con tanto brillo. Hubiera estado mejor con un vestido color crema y con medias mates.

La madre de Alejandra, Marianne, eligió el negro (un color poco apropiado para una celebración alegre como un bautizo). Decidió “alegrar” el conjunto colocándose un tocado. Y lo empeoró. Un tocado negro con una base que parecía un girasol negro con unas plumitas en gris. La verdad es que parecía que le había caído un pajarillo enfermo en la cabeza (pág. 92). Debería haberse puesto un tocado con más altura y de color.

Sorprendente, una de la invitadas del bautizo, Blanca Cuesta. Si se hubiese decantado por otro peinado, y no por esas ondas despeluchadas, habría sido flecha verde. Blanca iba adecuada con un vestido color blanco roto de falda corta de vuelo, con una americana corta a tono y peep toe color caramelo (pág. 94). Una pena lo del pelo.

La invitada más elegante, sin discusión, fue Fiona Ferrer (pág. 95). Su outfit: camisa blanca de gasa con lazada al cuello, pantalón recto marrón chocolate muy oscuro con cinturón de cuero tipo cuerda con remates en metal dorado, tres cuartos cruzado marrón a tono, bolso 2,55 de Chanel en mostaza y guantes de piel mostaza. Quizá un poco sport para la ocasión y para nuestro gusto, pero visto como estaba el nivel de las demás asistentes, fue la mejor.

Y la peor, con diferencia, fue Ana Rosa Quintana. Parecía que iba a una cacería o a una montería. Horrible. Con un tres cuartos de terciopelo color vino, pantalón marrón, un indescriptible sombrero de fieltro con ala y unos eslabones negros a modo de cinta del sombrero, y unos terroríficos botines marrones con cordones, cuña de goma y plataforma que nunca debió haberse comprado. Lo triste es que el inaudito conjunto fue rematado con un precioso bolso negro de Dior. Semejante bolso con el ridículo atuendo restante era un atentado contra la maison Dior. Un sacrilegio (pág. 95).


  


24 de enero de 2012

¡COMPRA EN REBAJAS UNAS BOTAS QUE NO PASEN DE MODA!


Una no puede estar comprando botas año tras año. En primer lugar porque  las botas no son precisamente baratas.Y en segundo lugar porque las cajas de las botas son gigantescas y no hay armario ni vestidor que aguante más de cuatro pares de botas en primera línea de visión (y lo que no ves, no lo recuerdas, y lo que no recuerdas, no te lo pones. Eso es un hecho...).

Supongamos que no tienes botas y necesitas comprar unas. Y, ahora, en rebajas, es un buen momento para hacer una compra que encima resulte económica. ¿Qué hacer? Pues lo más inteligente es hacer una inversión y comprar unas botas clásicas, que tengan una vida útil de, como mínimo, un par de años y que sean inmunes a las modas. Como las botas de montar. ¿Y cómo son esas botas? Pues aquí os dejamos una lista de las características que tendrían que tener las botas perfectas. Así que ya no hay excusa: ¡Todas a la caza de las botas perfectas y rebajadas!



Colores: 

Compra unas botas marrón chocolate, camel o negro. Siempre se llevarán. Ya sabemos que hay unas botas azul marino y otras blancas que te han gustado mucho y que son baratísimas, pero ésas botas son un capricho, no una inversión. Las blancas se pondrán hechas un asco en un par de temporadas (y como sean de ante ni te cuento...la voz de la experiencia...) y las azul marino es probable que no se lleven el año que viene.

Puntera: 

Ni cuadrada, ni completamente redonda ni excesivamente picuda. Elige una puntera intermedia, sin exageraciones. La puntera ovalada es la clásica y la que nunca pasa de moda. Además, las punteras cuadradas no sientan bien y en muchos casos resultan de abuela y las punteras afiladas se estropean con facilidad y en exceso son un pelín horteras.


Tacón: 

Si no te gustan los tacones, puedes optar por unas botas planas, pero de suela de cuero, nada de suelas gordas de goma como si llevarás botas de pescar. Si no sales de casa sin tacón, elige unas botas de tacón no muy alto (irás más cómoda) y no muy fino (se romperá rápido si es muy fino). El tacón debe tener forma. Nada de tacones gordos y rectísimos, tipo bote de tomate, que pasarán de moda enseguida.


Forma de la bota: 

Las botas clásicas son altas y llegan justo por debajo de la rodilla. Las botas mosquetero no son botas clásicas (y son dificilísimas de llevar para las mujeres bajitas). Las botas de media caña son poco favorecedoras porque engordan la pantorrilla y acortan la silueta. Evita las hebillas, las tachuelas y los flecos. Las botas clásicas son lisas.


Textura: 


Las botas clásicas son de piel. Ni botas de agua, de plástico, ni botas de polipiel, ni botas de tela o de terciopelillo que imita ante. De cuero, las de siempre las de toda la vida. Aunque se permite una licencia: si tienes los gemelos más bien grandes, busca una bota de piel que lleve refuerzos laterales elásticos. Se amoldarán mejor a tu pierna, evitarás estrecheces incómodas y no se te dormirán las pantorrillas por exceso de presión. 

22 de enero de 2012

¡DISTINGUE LOS ESTAMPADOS DE CUADROS!: DIFERENCIAS, CURIOSIDADES Y UN POQUITO DE HISTORIA




Esta mañana, una amiga me contaba por teléfono su última adquisición en rebajas: unos pantalones de cuadros. 
La conversación ha sido la siguiente:



  • Ella: “Oye, he encontrado unos pantalones de cuadros monísimos, en blanco y negro”
  • Yo: “¿Y cómo son?
  • Ella: “Pues clásicos, como ésos que llevan los ingleses cuando van por el campo, ¿se llama Paisley?¿o Tweed?, bueno algo así, con cuadritos en negro y blanco…”
  • Yo:”Ah, ¿pero cuadros grandes?¿Pero el Paisley no es un estampado de paramecios?”
  • Ella: “No, mujer, cuadros intermedios y sin… ¿qué demonios es un paramecio?”
  • Yo: ”¡Ah! Un  paramecio es un organismo unicelular (¿?) ¿Qué son los cuadros intermedios?”
  • Ella: ” Pues no sé, cuadros ni grandes ni pequeños. Eso…eh…así como que mezclados parecen gris porque tienen una rayita azul…eh…¡intermedios!”
  • Yo: ”¿Pero con rayas?
  • Ella: ”Así, ya me entiendes, con una rayita azul por en medio pero no exactamente por en medio, así como por el lateral…pero en dirección vertical, como los cuadros “
  • Yo: ”¡Ah!, claro, en vertical…(¿?)…como los cuadros (¿?). Vamos, que los pantalones son bonitos (¿?)
  • Ella: “Pues sí, he hecho una gran compra, creo…”

Después de esta surrealista conversación me he imaginado un horroroso pantalón de estampado psicodélico en negro, blanco y azul y estaba a punto de llorar imaginándome a mi amiga vestida con pantalones de arlequín suicida. Por suerte me ha enviado una foto del pantalón por mail y he descansado. ¡Era un pantalón estampado en cuadro Príncipe de Gales! Total, que visto el déficit de conceptos en materia de estampados de cuadros de mi pobre amiga, he decidido escribir un post para ayudarla y que la próxima vez que se compre algo de cuadros me lo pueda definir sin que me sienta completamente perdida en la conversación…
Aquí le dejo (a ella y a los que tengáis un déficit similar o queráis saber algunas curiosidades), una lista de los cuadros de toda la vida (con foto, ¡para identificarlos!) y un par de conceptos que no hay que confundir con los cuadros:



TIPOS DE CUADROS:





TARTÁN: 


Es un estampado de bandas horizontales y verticales en diferentes colores. Se llama también “cuadro escocés”. ¿Por qué? Porque en 1746 se impone en Escocia la Ley del Vestir que impide a los clanes guerreros escoceses vestirse con tartán, suponemos que para humillarlos y fastidiarlos. A partir de 1782 se deroga la Ley y se convierte en la vestimenta tradicional escocesa, aunque cada uno va a su aire e incluso miembros del mismo clan visten tartanes diferentes. Se cuenta que, a partir de 1815, se homogeneiza la situación y los jefes de cada clan escogen su propio tartán para distinguirse de los demás. Después, no sólo los clanes, sino también las familias, los barrios o las instituciones crean sus propios tartanes. Actualmente hay entre 3.500 y 7.000 tartanes diferentes registrados. O sea, que si quieres, y das con una novedosa combinación de colores… ¡puedes crear tu propio tartán!



PATA DE GALLO: 

Es un estampado que parece un mosaico de formas abstractas de cuatro puntas con un patrón bitono (normalmente blanco y negro). También es originario de los talleres escoceses y tiene otro nombre: diente de perro (dogstooth). ¿Por qué? Pues porque las formas de cuatro puntas recuerdan a un diente de perro. Curioso. ¡Ah! Y si se trata de un estampado de pata de gallo pequeño, se llama diente de cachorro (puppytooth), ¡claro, porque los cachorros tienen dientes pequeñitos!



PRÍNCIPE DE GALES:  




El estampado de pata de gallo mezclado con otro cuadro e incluso con una fina línea de color da lugar al llamado cuadro Príncipe de Gales. Este estampado se llama también cuadro glen, cuadro glenurquhart o cuadro glen urquhart. ¿Por qué? Pues porque existe una cañada que discurre al oeste de una aldea escocesa y que va desde el lago Ness hasta la Bahía de Urquhart. Allí tenía una casa la condesa de Seafield, quien un día decidió que había que uniformar a sus guardabosques, y el estampado del tejido que eligió para los uniformes se llamó como la bahía. El príncipe de Gales rescató este estampado y lo popularizó y de ahí su otro nombre.




CUADRO DE VICHY: 




También se llama “guinga”. Es un estampado habitual en tejidos de algodón y consiste en pequeños cuadritos blancos combinados con cuadritos de otro color (rojo, azul, rosa…). Al ser una tela muy económica, se utilizó durante mucho tiempo para las pruebas textiles. La combinación de cuadritos en blanco y negro se asocia al estilo mod de la década de los sesenta. ¿Cuál es su origen? Pues se empezó a producir en Manchester en el siglo XVIII e inicialmente…¡eran rayas y no cuadros! Se hizo mundialmente famoso y perdió su condición de tela para hacer pruebas de vestidos gracias a la mítica Brigitte Bardot y a su amor por los cuadritos de Vichy en blanco y rosa pastel.



¡ÉSTOS NO SON, O NO SIEMPRE SON, CUADROS!


PAISLEY: 






Es un estampado con motivos vegetales en forma de gota los orígenes del cual se hallan en la India y en Pakistán. Por la forma de sus motivos también se ha llamado Persian Pickles (pepinillos pérsicos) o Welsch pears (peras de Gales). Los primeros tejidos con este estampado fueron importados por la Compañía de las Indias. Fue muy popular en el siglo XVII. Recibe su nombre de la ciudad de Paisley, en Escocia, que fue la primera ciudad europea productora de telas con estos motivos.




TWEED: 



El tweed no es un estampado. Es un tipo de tejido que puede tener un patrón de listas (rayas) o de espigas o de cuadros. Es un tejido de lana en bruto, de textura irregular, que parece que está sin terminar de hilar. Cuenta la leyenda que el nombre original de la tela era tweel, pero que hacia 1830 un comerciante londinense recibió una carta solicitando este tejido y malinterpretó la escritura pensando que se llamaba tweed (que es el nombre de un río que atraviesa el área textil de la frontera escocesa). Y dio la casualidad que el comerciante registró la marca como tweed ¡y con ese nombre se quedó hasta nuestros días!


21 de enero de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 25 DE ENERO


El ¡Hola! de esta semana no es de los que tienen más páginas. ¡Pero que eso no es engañe! Está repletito de tendencias y de estilismos que observar. Una embarazada Elsa Pataki demostrando que estar embarazada no está reñido con ir bien vestida, unos cuántos estilismos que comentar de los royals monegascos y ¡los Globos de Oro!, en los que las actrices compiten por ser la más elegante de todas (y algunas más vale que no hubieran intentado competir). En fin, sin más dilación, allá va lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana, con un especial análisis de los looks de las asistentes a los Globos de Oro:


Empezamos con Maite Bulgari. Una mujer discreta en la que no nos fijaríamos si nos la cruzáramos por la calle. Maite nos muestra su casa en Roma (preciosa) y posa con diseños de Armani y joyas, ¡cómo no! de Bulgari. La verdad es que una mujer con el dinero y el poder de Maite podría perfectamente haber sucumbido al barroco. Y, en cambio, los diseños escogidos para el posado son de líneas limpias y depuradas, sin estridencias pero elegantísimas. Como las joyas elegidas. ¿Quién no ha visto inmensos y ostentosos joyones made in Bulgari? Pues las joyas que luce la Sra. Bulgari son piezas clásicas, pequeñas y sobrias (pág. 4-14). A destacar en cuanto a estilismos: el vestido rojo en crêpe de seda, drapeado, con escote barco, manga larga, puños vueltos, y largo  por la rodilla (pág. 10). Puro Armani. Un diez para el vestido, para Bulgari y para Maite.

Carlota Casiraghi parece ser que tiene novio nuevo. Aunque la verdad es que eso nos importa poco. Lo que realmente nos alucina es que hasta sin maquillar y en plan casual, está estupenda. En la foto que nos muestra la revista luce un total look negro street girly boy que es para copiarlo: abrigo corto clásico de líneas rectas con hombreras, pantalón tobillero negro también recto, zapatos Oxford negros (de cordones), bufanda negra y shopping bag negro. Increíble (pág. 17).

En cambio, su hermano Andrea y su cuñada Tatiana, tienen un estilo tan particular que rayan en el histrionismo (pág. 21). El estilismo de ella es definido por la revista, con mucha benevolencia, como el de “una reina de las nieves colombiana”. Desde nuestro punto de vista, con un enorme chaquetón y un enorme gorro de piel de zorro plateado, Tatiana lo que parece es un inmenso oso sin nacionalidad definida. ¿Y él? Pues muy poco favorecido, vistiendo un híbrido chaquetón tres cuartos recto cuyas mangas le quedan estrechas y cortas, jeans desteñidos y unas gigantescas zapatillas naranjas casi más grandes que su cabeza. Un desastre.

¡Qué bien! Paloma Cuevas ha sido mamá y ha recuperado el estilo. Toda una alegría. Con un abrigo corto rosa palo, un color que será tendencia esta primavera-verano, con las mangas y el dorso de punto sobre un total look negro (vestido, botas mosqueteras y foulard negros) lucía espléndida (pág. 25).

Muchos amigos y amigas visitaron a Paloma y a la recién nacida y hubo una que eclipsó a Paloma y a su abrigo rosa. Sorprendentemente, la que estaba impresionante era…¡Genoveva Casanova! Arriesgada, moderna y muy, muy chic. Con un outfit dandy, en marrones, compuesto por un sombrero fedora, un abrigo muy masculino de amplias solapas, una estola de piel y unos pantalones extra anchos de tweed de espiga combinados con botas camel, creemos que éste es de los mejores outfits de Genoveva y, jamás creímos que lo diríamos, lo vamos a copiar. Genial, Genoveva (pág. 24)

Soraya Arnelas tiene un estilo ecléctico que intenta ser muy moderno y que no siempre convence. La verdad es que la combinación escogida por Soraya para regresar al trabajo estaba muy pensada: trench gris, shopping bag camel de Prada, botines cortos de cordones con el tacón cuadrado  más in de la temporada, unos pantalones capri color fucsia y un foulard granate (pág. 45). No nos disgusta, pero tampoco nos ha emocionado. Las piezas por separado está muy bien pero el conjunto es raruno. Quizá con otro foulard con un estampado que “aglutinara” los colores de las demás prendas…Flecha amarilla casi verde por audaz.

Ay, es que lo de Ana Rosa Quintana estamos seguras de que ha sido por ganas de estrenar. A todas nos pasa que en cuanto nos compramos algo, nos entran ganas de ponérnoslo y por eso la perdonamos. Pero no la podemos aprobar. Ponerse prendas primaverales y aparecer por Madrid (a cuatro grados centígrados, o sea, con frío) con una camisilla de manga corta y sandalias, pues queda raro. Debía estar helándose, la pobre. Y todo por estrenar (pág. 50).

Con lo guapo que es (lo podemos decir con conocimiento de causa porque lo hemos visto en persona y, en serio, impresiona) y encima siendo imagen de Armani, a Cayetano Rivera no le perdonamos ni un desliz estético. El chico salió a celebrar su cumpleaños con look de “niño malo ochentero” compuesto por jeans desteñidos, zapatillas grises guarrindongas, cazadora negra estrecha y camisa de cuadritos Vichy blancos y negros estilo mod (pág. 51). Y semejante outfit no le favorecía naaaaaaaada.

¡Pero qué desilusión! Otro guapo, guapísimo, con un estilismo que lo echa a perder. ¿Dónde se ha visto que Miguel Bosé vaya vestido de abuelete? ¡Ay! Que mitos estéticos como él nos den semejantes disgustos no es de recibo. En la presentación del documental-exposición “Danse la danse” Miguel acudió con un polar marrón sobre un polo mostaza, un chaquetón de abuelete y unas botas viejas. No nos lo podemos creer aún… tristísimo… (pág. 52) 

La semana pasada criticamos a J-Lo porque se había mimetizado con su nuevo novio e iba vestida raruna. Parece que nos oyó, porque esta semana la hemos visto presentando un nuevo espectáculo con un impecable vestido de cuero, ceñidísimo, con espectacular escote en uve, sin mangas, con largo por la rodilla y de un llamativo color azul eléctrico. Así sí, Jennifer (pág. 58).

Debe ser porque es muy joven y aún no ha encontrado su estilo. Por eso a veces se equivoca. Miley Cyrus acudió a los premios People’s Choice con un vestido horrible de David Koma, blanco y rosa, con transparencias, capa delantera y diferentes largos (pág. 61). Debería haber hablado con su estilista antes de ponerse eso.

¡Uy! ¡Qué bien! Nos congratula saber que mujeres impresionantes, como Adriana Abascal, empeoran considerablemente sin un buen maquillaje, sin un buen asesoramiento estético y sin una buena luz cuando la fotografían. No debió tener tiempo de arreglarse: color de tez paliducho, terrible vestido- malla con un escote como desgarrado y unos salones animal print de leopardo que no pegaban ni con cola, y una delgadez asombrosa que se mostraba especialmente en los tendones del cuello. ¡Qué grima! (pág. 72).

La princesa Mary de Dinamarca salió de compras con su estilista antes de la celebración de los cuarenta años de reinado de su suegra. Y la estilista cumplió con su obligación, con creces. Mary estuvo fantásticamente vestida en todos los eventos a los que tuvo que acudir. Especialmente destacable el outfit que lució en el oficio religioso: trench de tweed en blanco y negro, medias muy tupidas negras, zapatos bicolores en negro y gris y un favorecedor sombrero de copa alta y ala ancha en color violeta. Perfecta (pág. 86).

Esta semana no hay reportaje de nuestra Naty Abascal. Pero nos hemos llevado una grata sorpresa. El reportaje final de moda no ha desmerecido a los que habitualmente nos enseña nuestra Naty. Un reportaje con la modelo Cristina Tosio, lleno de elementos barrocos y excesivos, elegantes y provocadores pero sin extravagancias. Un lujo. Seguiremos a Abraham Gutiérrez, el estilista, porque nos ha conquistado (pág. 109-112).


ESPECIAL GLOBOS DE ORO:


Los Globos de Oro son la antesala de los Óscar. La moda “de fiesta” se muestra en pleno esplendor en estos dos eventos: las mejores marcas prestan sus últimas  creaciones a las celebrities para que las publiciten y nos muestren las tendencias a seguir. Todo lo que se muestra es espectacular, pero no siempre favorecedor ni acertado. Aquí os dejamos un análisis de lo más destacado:


Como últimamente, Angelina Jolie fue de las más elegantes. Eligió un precioso vestido asimétrico blanco con un detalle en rojo en el escote, en forma de solapa. El vestido, firmado por Atelier Versace era un fourreau de raso que se pegaba completamente a la silueta, con un leve efecto sirena en la falda, con una pequeña cola, y ligero drapeado en la cintura (pág. 96-97). Angelina también acertó con los complementos: unos espectaculares pendientes de brillantes y un clutch rojo también en raso. Perfecta.

Salma Hayek se decantó por un vestido de Gucci, con falda de lentejuelas negra con cola y cuerpo strapless con bordado de pedrería art-decó en plata y oro (pág. 97). El vestido era espectacular, el clutch negro, los pendientes largos en oro y la melena ondulada con mechas cobre también eran acertadas. El único problema es que, de pecho, el vestido resultaba estrecho. Aún así no suspende.

Las gamas de blanco, nude y rosa empolvado, junto con el rojo, fueron los colores más repetidos de la gala. Pero hubo quien a pesar de acertar con el color, no acertó con el diseño. Fue el caso de Charlize Theron, que se enfundó un Dior Alta Costura que defendió con dignidad pero que no nos llegó a convencer (pág. 100). De gasa, con un inmenso y poco cómodo escote en uve, con un corte lateral en una falda vaporosa y con cola que dejaba ver su pierna derecha, y con un fajín a la cintura que acababa con un gigantesco (y un poco grotesco) lazo a la cadera rematado con un broche de strass. Era un lazo pegado a Charlize, no se veía nada más que el lazo…

Otra que tampoco acertó fue Elle McPherson. Optó por un strapless blanco de Zac Posen, de crêpe de seda superpuesto el cuerpo hasta la cadera y falda de tul de corte sirena. El escote llevaba volantes por delante y por detrás, el cuerpo se remataba con un volante y la falda estaba llena de capas haciendo volantes de tul. Y encima ella va y se suelta el pelo ondulado (parecía que en la cabeza también llevaba volantes). Un desatino completo, la pobre parecía un merengue gigante (pág. 100).

En cambio, sí acertó Jessica Biel con un vestido de encaje blanco, cuajado de perlas, con delicadas transparencias en cuerpo y falda, cuello caja (que compensaba las transparencias), y una pequeña cola. De estilo romántico y de líneas lánguidas, tenía un aspecto delicado que incluso permitía que el corte en la falda resultara elegante (pág. 101). Lo firmaba Elie Saab Alta Costura. De las mejor vestidas de la gala y un alivio ver que hay algo más allá del escote strapless.

Jessica Alba fue también de las más acertadas. Eligió uno de los colores que triunfarán esta primavera-verano: el malva. Siguiendo la corriente, también se trataba de un modelo de escote strapless, borado en pedrería malva y plata, con un pequeño polisón en la parte trasera de la falda formado por dos amplias vagas de tela que surgían del escote y se juntaban en el derrière (pág. 101). Quizá el clutch de Roger Vivier, en un malva muy claro, demasiado cuadrado y ribeteado en metal plateado, era excesivamente clásico, pero aún así, el outfit era impecable.

Se equivocó, y mucho, Nicole Kidman. Se empeña en vestir colores empolvados que no siempre le favorecen en contraste con su piel tan clara y sonrosada. Eligió un fourreau Versace de un color gris empolvado, con escote halter, drapeados a los lados del pecho, drapeados en la cintura y drapeados en la cadera. Todo el vestido estaba cuajado de tachuelas en oro mate formando cenefas verticales y diagonales. El resultado es que ella parecía rígida, el pecho sufría un efecto “aplastado”, y el torso parecía demasiado pequeño con relación a las piernas. Muy poco acertado (pág. 103).

También con solapa en el escote strapless, nos encontramos a otra de las más acertadas de la gala, Natalie Portman. Escogió un Lanvin color madreselva (la solapa era color burdeos, a juego con el clutch). A los lados, desde la cadera y hacía atrás, la falda tenía unos pliegues que formaban un polisón (pág. 103). Un corte sencillo y sobrio que sólo alguien tan delgado como Natalie podía llevar con clase.

Una de las más denostadas fue Madonna, con un vestido verde botella de Reem Acra (pág. 104). La verdad es que a nosotros no nos ha parecido tan mal. Un cuerpo de escote corazón, con pequeñas mangas transparentes, con pequeños apliques de cristal que finalizaba en una falda acampanada formada por tiras de raso verdes entretejidas y cruzadas entre sí. Lo combinó con cuatro impresionantes pulseras de brillantes. Por lo menos era original. Eso sí, sobraba el colgante con la cruz de brillantes, pero como es Madonna, pues no sorprendió a nadie tanto despliegue de brilli-brilli.

Horrible, por mucho que fuera la triunfadora de la noche, Meryl Streep. No se puede ir a una gala con un vestido camisero ¡abrochado de arriba a abajo con botones sin forrar! El diseñador del camisero, que preferimos no nombrar, decidió hacer la prenda más festiva cosiendo unos apliques de encaje en el escote. Feo, feo, feo (pág. 105).

Y finalizamos con otra mujer no especialmente acertada. Kate Winslet se decantó por una falda lápiz de raso blanca combinada con un cuerpo en negro de escote caja sin mangas. Lo de combinar blanco y negro es pura tendencia. Lo que pasa es que la teoría del equilibrio de volúmenes dice que las mujeres con curvas mejoran con cuerpos blancos y faldas negras y no al revés. Resultado: que con la teoría sin aprender, Kate parecía tener más volumen del que realmente tiene (pág. 105).