2 de julio de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 4 DE JULIO



¡Qué viva el amor! La portada del ¡Hola! de esta semana con Iker Casillas y Sara Carbonero nos ha devuelto la fe en el romanticismo. ¡Qué bonito es estar enamorado! Dejando de lado la portada, y también dejando de lado las ¡12 páginas! que nuestra revista dedica a los estilismos de la Princesa Letizia (que no comentamos porque es política de TheVicBridgeWorld no hacerlo porque la mayoría de las veces no nos convencen…), se nota que al ¡Hola! de esta semana ha llegado el veranito. A los habituales reportajes de bodas, fiestas y paseos urbanos, se unen los reportajes de nuestros famosos de vacaciones en la playita. En fin, que aquí os dejamos lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:


El estilo de Andrea Casiraghi es personal y en ocasiones un poco grunge, pero siempre sorprendente y no precisamente fácil de defender. En una cena solidaria, Andrea se vistió de esmoquin (que dicho de paso le sienta estupendamente y lo lleva con clase). Lo sorprendente de su look fue la pajarita (o lazo): en una de las vagas del lazo llevaba incrustada ¡una calavera de strass sobre dos tibias cruzadas! No sabemos si nos gusta o no, pero nos ha divertido el detalle pirata, así que le ponemos una flecha verde (pág. 9).

La echábamos de menos. A ella y a sus fantásticas clases magistrales de estilo. Paula Echevarría nos vuelve a dejar impresionadas con su exquisito gusto. Su look de paseo lo compone: una minifalda pañal en estampado floral en vivos colores (azul Klein, turques, naranja…), un jersey de punto grueso con manga francesa y cuello caja blanco, un collar turquesa, un bolso azul marino tipo sobre made in Vicky Martín Berrocal, unas gafas wayfarer blancas, y unas sandalias bicolores en naranja y violeta. El conjunto es impecable (pág. 14). ¿Lo mejor? Que las sandalias y la falda son de Zara y cualquiera de nosotras se puede permitir comprárselas (y más ahora que llegan las rebajas)

Se lleva el bikini bandeau (la parte de arriba recta como si llevaras una banda sobre el pecho) y se nota. Dos de nuestras famosas más estilosas han sido fotografiadas en la playa con bikinis de parte de arriba bandeau y braguita clásica a la cadera. Eugenia Silva con bikini en negro (pág. 18) y Malena Costa con bikini en blanco (pág. 20). Las dos apuestan por clásicos que nunca pasan de moda.

Se ha casado Margherita Missoni. En vez de elegir un vestido de su marca, se decantó por un Giambattista Valli, asimétrico, original y cuajado de pétalos de flores (pág. 25). Hubiera sido flecha verde de no ser por las sandalias planas plateadas que recordaban a las cangrejeras de plástico que lucíamos de pequeñas en la playa. Una pena que, a veces, intentar ser demasiado original te aboque a la excentricidad.

Uno de los post que publicaremos en breve va sobre el péplum (ése volante que se luce sobre faldas entalladas). Un ejemplo de péplum perfecto aplicado a trajes de ceremonia fue el vestido de novia de Andreína Rojas. Un diseño de escote corazón, cuerpo drapeado y falda capeada con péplum que era una preciosidad. Un acierto también el velo sencillo y el recogido sencillo. Una novia espléndida (pág. 32).

La suegra de Andreína, Lilia López, pareja de Sebastián Palomo Linares, no acertó con su estilismo. A determinadas edades un palabra de honor excesivo no sienta bien.  Su vestido rojo de Hannibal Laguna no le hacía justicia:  con una enorme lazada falsa en el pecho sobre el escote corazón, el pecho visualmente parecía bajo, y el corte helénico  con un ligero drapeado no permitía ver el tipazo que tiene Lilia (pág. 33).

Que una mujer sea un icono de estilo no es casualidad. Conlleva su trabajo, no os creáis. El estilo casual de Sara Carbonero en la Eurocopa está perfectamente estudiado. Ella sigue su línea (camisetas amplias y pitillos con botas o botines) y parece natural. ¡Pero la hemos pillado! Conjunta su camiseta naranja coral con un lápiz de labio del mismo tono, exacto. Un diez para Sara (pág. 44-45). Y desde aquí reivindicamos que se puede ser profesional y preocuparse por la moda (que es nuestro caso, y ni somos bobas ni frívolas ni nos han regalado nada).

Esta chica nos parece un despropósito estético, pero la verdad es que nos cae bien. Asela Becerril va a su aire y pasa de las modas. Sale del hospital donde acaba de tener a su primer hijo con un vestido de flores que no se pondría ni nuestra abuela, con unas terroríficas sandalias negras, que tampoco se pondría nuestra abuela, y con la pulserita de enferma de hospital aún en la muñeca (pág. 47). Vamos que pasa de lo que el resto pensemos de su atuendo. Le pondríamos flecha verde por su valentía, pero es que es una flecha roja taaaaan clara…

A ver, que sabemos que es tendencia llevar una mini, un vestidito o unos shorts con botas o botines, pero a nos parece hasta poco higiénico ir a la playa con botines o con botas. Como Mar Flores (pág. 49). Ser elegante consiste en saber vestir adecuadamente en cada ocasión y las botas no son para la playa igual que las chanclas no son para las bodas. Fatal, Mar.

Isabel Preysler y sus hijas vuelven a derrochar glamour en la graduación de Ana Boyer. Isabel con un traje pantalón de americana corta y entallada con solapas en color blanco roto y cuerpo blanco de escote en uve; Ana con un vestido corto sin mangas de gasa en nude con cinturón dorado trenzado y pumps peep toe en nude; y Tamara con un vestido corto sin mangas y escote en uve con cremallera frontal, mini cinturón dorado y peep toe nude con tachuelas cónicas doradas (pág. 54-57). Perfectas, como siempre.

Otra novia de esta semana es Mercedes Bohórquez. Mercedes lució un originalísimo y arriesgado vesido de Roberto Diz con escote barco y manga larga con hombreras bordadas con apliques de estrellitas doradas, apliques que también llevaba a la altura de la cadera (pág. 61-62). ¡Mercedes lucía los mismos zapatos que Tamara en la graduación de su hermana! Unos peep toe nude con tachuelas cónicas doradas. La verdad es que nos ha conquistado la originalidad de Mercedes y es flecha verde.

Imponente es como acudió nuestra Naty Abascal a la boda de Mercedes Bohórquez. Con un vestido de Óscar de la Renta con paillette en plata, de corte sencillo, cuello caja, sin mangas y largo perfecto por la rodilla, no se podía estar más elegante. Combinó el conjunto con un mini-cinturón gris claro, sandalias romanas plateadas, clutch plateado grabado en animal print de pitón y grandes pendientes y pulseras también en plata (pág. 62). Nuestra musa nunca nos defrauda.

Lo que no nos ha acabado de convencer de la boda de Mercedes Bohórquez son los vestiditos de las damitas de honor. De aire marroquí, parecían chilabas blancas ribeteadas en oro. Además, llevaban babuchas. La verdad es que las niñas estaban muy monas y los vestiditos eran preciosos, pero el clásico estilo marroquí chirriaba al lado del estilo futurista del vestido con hombreras con tachuelas de estrellitas de la novia. El conjunto novia+damitas estéticamente quedaba raruno, aunque no lo suspendemos (pág. 60).

La madrina de la boda, María Bultó, no estuvo tampoco acertada con un vestido azul tornasolado de Rosa Clará, palabra de honor, entallado hasta la cadera y con cinco inmensos volantes en la falda que recordaban a las faldas de una mesa camilla. Además, el bolsito-clutch abanico en rojo y con tachuelas en plata, que era bonito, se veía demasiado pequeño al lado de tanto volante (pág. 64). Una pena porque María tiene un estupendo porte y podía haber lucido más.

La que nos ha dejado patidifusas es Inés Domecq. Averiguaremos de dónde es su maravilloso y elegantísimo vestido fourreau de cóctel en color gris topo cubierto desde los hombros hasta la cadera con una elaborada filigrana de hilos de oro (pág. 66). Y os lo diremos. También reconocemos que Inés combino el vestido con mucho acierto: clutch de animal print cocodrilo en negro, salones negros con plataforma y uno de los peinados tendencia de este verano: la trenza lateral deshilachada. Un diez.

Combinar estampados es difícil, pero algunas famosas lo hacen a la perfección. Como Miranda Kerr, con unos minishorts florales en violeta y fucsia y una camisa floral en blanco y fucsia (pág. 73). Difícil pero no imposible, ella lo demuestra.

En otra boda nos encontramos con Terelu Campos, que nos da una buenísima idea para derrochar estilazo cuando tu figura tiene curvas: un vestido asimétrico en color fuerte (en este caso en azul Klein, con drapeado opuesto al lado donde se halla el tirante del vestido. Largo y sin ceñir, no puede ser más favorecedor ni sentar mejor (pág. 95). Y un acierto los complementos en plata. Quizá fue un exceso el reloj de plástico también azul, pero por lo demás es una flecha verde bien grande acompañada por nuestro agradecimiento por darnos buenas ideas.

En cambio, sus compañeras televisivas, Rosa Benito y Chayo Mohdano estuvieron desacertadísimas en  otra boda a la que acudieron. Chayo con un vestido pobretón de volantes y con un bolso-abanico de topos no apto para una boda y Rosa con un conjunto de pantalones negros anchos y un cuerpo de lunares blancos sobre fondo negro con volantes en escote y mangas y lazada a la cintura que le ponía muchos quilos encima que no tiene (pág. 96). ¡Ah! Y ambas posando con gafas de sol. A las bodas no se va con gafas de sol, es una metida de pata protocolaria.

Mención aparte merece Jessica Bueno, cuyo vestido de escote asimétrico con manga corta y corte imperio era adecuado y favorecedor para una embarazada, pero cuyo tocado, a pesar de no ser feo, le sentaba francamente mal porque estaba pésimamente colocado y no le permitía ver (y creemos que tampoco le permitió comer en el convite). A pesar de todo, y visto que las invitadas no tuvieron su mejor día estilísticamente hablando, fue una de las mejores y por eso es flecha amarilla (pág. 97).

El reportaje de moda dedicado a Cavalli es como él. Excesivo, barroco, fuerte, salvaje y ostentoso. Nos encantan los minivestidos en seda plisada con estampado de flores y recubiertos de paillette en cascada (pág. 107). Excesivos y lujosos. Puro Cavalli. ¡Quién pudiera vestirlos!

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